domingo, 30 de marzo de 2014

Cuantos más hijos, mayor riesgo de enfermedad cardiovascular

Tener 4 o más hijos puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular. Las mujeres que han tenido ‘familia numerosa’ son mucho más propensas a tener síntomas de enfermedad cardiovascular -placas de ateroma en su corazón o engrosamiento de las arterias-, en comparación con aquellas que han tenido un menor número de embarazos. Lo dice una investigación presentada en la Reunión Anual del American College of Cardiology.

Estudios previos ya habían mostrado una asociación entre diferentes aspectos del embarazo -cambios fisiológicos, complicaciones o el número de embarazos- y el riesgo futuro de enfermedades del corazón; sin embargo, aun quedaban muchas cuestiones por resolver, y eso es lo que hecho un equipo de la Universidad de Texas Southwestern Medical Center, en EE.UU. En concreto, se propusieron determinar si había una asociación entre el número de niños nacidos vivos y la aparición de signos tempranos de enfermedad cardiovascular.

Cuantos más hijos, mayor riesgo de enfermedad cardiovascular
Ahora bien, señala una de las autoras del estudio Monika Sanghavi, «esto no es una recomendación para que las mujeres sólo tengan dos o tres hijos». En el trabajo, el primero en hacerlo, únicamente se han examinado dos marcadores de aterosclerosis subclínica -un estrechamiento gradual y endurecimiento de las arterias- que eventualmente pueden bloquear el flujo sanguíneo y provocar un accidente cerebrovascular y un ataque cardíaco. Aunque es cierto que, añade, «nuestros resultados se suman a la creciente evidencia de que los cambios asociados con el embarazo pueden dar una idea del posible riesgo cardiovascular futuro de una mujer».

Dos veces más

El estudio incluyó a 1.644 mujeres, con una edad media en el momento del análisis de 45 años. Los investigadores valoraron estos dos factores de riesgo mediante imágenes de tomografía computarizada y de resonancia magnética.

Y los resultados mostraron que aquellas que habían dado a luz cuatro niños o más tenían un riesgo dos veces mayor riesgo de tener engrosamiento de las arterias y de placa en el corazón. Los investigadores vieron que esta asociación se mantuvo incluso después de ajustar por nivel socioeconómico, la educación, la raza y los factores que se sabe que aumentan el riesgo de enfermedad cardiovascular –tabaco, colesterol, hipertensión, etc.-

Curiosamente, aquellas mujeres que no tenían hijos, o únicamente uno, también eran más propensas a mostrar evidencia de aterosclerosis subclínica. Aunque es complicado explicar este dato, los expertos creen que es posible que las mujeres de este grupo ya tuvieran una enfermedad previa que les impide llevar a término un primer o un segundo embarazo. Por ejemplo , las mujeres con síndrome de ovario poliquístico pueden tener irregularidades menstruales y problemas para quedarse embarazadas, pero también pueden tener otros cambios de salud, tales como el exceso de peso, diabetes, hipertensión arterial o colesterol elevado.

Test de estrés

Se sabe que el embarazo en sí desencadena una cascada de cambios que pueden poner más presión sobre el sistema cardiovascular femenino. Por ejemplo, el volumen de sangre que se bombea a través del corazón aumenta en un 50 por ciento; además, se producen otros cambios fisiológicos y metabólicos -aumento de la resistencia a la insulina y los niveles más altos de colesterol-. «Por una buena razón se le conoce como el 'test de estrés de la naturaleza’», afirma Sanghavi.

La experta cree que estos resultados sugieren que los médicos deben tener en cuenta el embarazo para evaluar el riesgo cardiovascular en un mujer. «La buena noticia es que el embarazo es que se produce en una fase media en la vida de una mujer y permite la intervención temprana para aquellas que están en mayor riesgo».

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