El tratamiento contra el cáncer de ovario, del que se diagnostican 3.000 nuevos casos al año en España, llevaba inalterado desde finales de los años noventa, explica Antonio González, presidente del Grupo Español de Investigación en Cáncer de Ovario (GEICO): cirugía seguida de quimioterapia. De ahí que el oncólogo califique la aprobación en España de una nueva terapia, el bevacizumab —de nombre comercial, Avastin—, como “un hito histórico”.
El Ministerio de Sanidad aprobó en febrero una nueva indicación de este medicamento, que ya se estaba utilizando desde hace años para el tratamiento de otros tumores como riñón, colon y mama. El laboratorio que lo comercializa, Roche, presentó ayer esta “primera terapia biológica para cáncer de ovario”, de la que se pueden beneficiar al menos el 40% de las mujeres a las que se diagnostica, según explicó González. Los estudios clínicos, en uno de los cuales participó el GEICO, demostraron que el fármaco “mejora el pronóstico de pacientes con cáncer avanzado”, añadió.
“Lo que consigue es aumentar el tiempo que tenemos controlada la enfermedad”, afirmó el oncólogo. El fármaco demostró que aumenta lo que se denomina supervivencia libre de progresión en cinco o seis meses con respecto al tratamiento tradicional. Es decir, pasa de los 10,5 meses actuales a entre 15 y 16. Ayuda a detener la progresión de la enfermedad, explica el oncólogo. En tres de cada cuatro casos, el diagnóstico de cáncer de ovario se produce cuando el tumor ya está en fase avanzada. El fármaco, un anticuerpo monoclonal, actúa bloqueando una proteína, lo que a su vez impide el crecimiento de los vasos sanguíneos que alimentan el desarrollo del tumor.
El visto bueno del ministerio incluye otra indicación: se puede utilizar en mujeres que han recaído y cuyo tumor es sensible a la quimioterapia con platinos.
La Agencia Europea del Medicamento aprobó el uso de bevacizumab en cáncer de ovario en diciembre de 2011. “Siempre hay un decalaje entre la aprobación de la agencia europea y la del reembolso en el Sistema Nacional de Salud. En este caso ha sido más largo de lo habitual. El contexto de crisis económica ha influido. Es un medicamento caro, como toda la innovación en fármacos, especialmente los biológicos”, señaló González. Para el oncólogo, el nuevo tratamiento tendrá un impacto favorable sobre la vida cotidiana de la mujer: “Se retrasa el momento en que tendrá que volver a recibir quimioterapia y todo lo nocivo que ello implica”. Añade que en algunos subgrupos se ha conseguido aumentar la supervivencia global.
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