Un equipo de investigadores de la Universidad de Michigan (EEUU) ha desarrollado un material que podría convertirse en el camuflaje perfecto del futuro ya que éste cambia de color y de forma según la luz.
Como si de un camaleón se tratara, el nuevo material hecho de óxido de indio-estaño (material utilizado comúnmente en la fabricación de pantallas), es capaz de generar formas que se adaptan a la luz gracias a la solución de un tipo especial de cristales que cubre dicho material.
¿Cómo funciona? Muy simple. Al recibir luz, se crean cargas negativas o positivas en la lámina metálica que no hacen sino alejar o atraer las partículas, lo que provoca un cambio visual en su superficie. "Podemos aplicar luz en una cierta región y las partículas crean un área cristalina donde todas se agrupan para formar esta estructura de cristal", explica Youngri Kim, líder del estudio.
El trabajo, que ha sido publicado en la revista Nature Communications, supone un hito en materiales de camuflaje, ya que se trata de la primera vez que éste no necesita patrones o formas establecidas previamente, sino que imita la forma de la luz, convirtiéndose en un camuflaje activo que podría emplearse tanto en vehículos, ropa o tecnología en general. Precisamente el uso más lógico y cercano para este nuevo material podría ser en las pantallas de los smartphones para que éstos ajustaran automáticamente el contraste de la pantalla según la luz que recibieran.
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