domingo, 19 de enero de 2014

La NASA y Google reclutan en España a los cerebros tecnológicos

Para Salim Ismail la principal diferencia entre España y Silicon Valley es que lo que aquí es un fracaso, en la cuna californiana de la tecnología lo llaman experiencia. Y su voz resulta más que autorizada. Este visionario ha sido vicepresidente de Yahoo, ha creado varias empresas -y cerrado algunas de ellas por falta de éxito- y ha recibido el mayor reconocimiento de la ciudad de Nueva York por la creación de un fondo que recogió cerca de 12 millones de dólares para reconstruir la Gran Manzana tras los atentados del 11-S.
Pero su mente nunca para. Es un emprendedor nato, lo lleva en su ADN. Hace cuatro años, se dio cuenta de que algunos de los grandes problemas de la Humanidad no estaban siendo atajados de la mejor forma por los gobiernos de todo el mundo y su olfato le dijo que había que poner a trabajar el músculo más poderoso de los mejores emprendedores del mundo para mejorar la situación. Así nació la Singularity University (cuya traducción al castellano sería Universidad de la Singularidad), una iniciativa nacida con el apoyo de la NASA y Google para usar la tecnología con el objetivo de solucionar los mayores problemas a los que se enfrenta la sociedad actual.
Cada verano meten a 80 cerebros jóvenes con pasión por emprender en un campus de NASA en Silicon Valley por el que circulan ponentes de la talla de Larry Page, fundador de Google, Vint Cerf, uno de los padres de internet, o Buzz Aldrin, miembro de la tripulación del Apollo 11 que pisó la Luna por primera vez.
«Empujamos a los chavales a que se atrevan a plantear ideas que puedan tener un impacto y mejorar la vida de mil millones de personas», asegura Ismail a EL MUNDO, durante su visita a España para impartir la conferencia España en 2015. Las posibilidades, con el apoyo de la Fundación Rafael del Pino y la empresa Cosentino. Además, Ismail aprovechó su visita a España para impulsar elconcurso de ideas a través del cual la Singularity University elige a dos candidatos españoles.
«Es un viaje al futuro, como si pudieras ver cómo será el mundo dentro de 20 años», explica Juan Martínez-Barea, alumno de la primera edición -plaza que consiguió en EEUU- e impulsor de la iniciativa para que la Singularity University reclute estudiantes también en España.

Un sistema de burbujas

«La Singularity University funciona como un sistema de burbujas. Estás en California, en Silicon Valley, en Mountain View -el mismo lugar donde Google tiene su sede- y en el centro de investigación Ames de la NASA. Y, de repente, estás allí rodeado de algunos de los mejores cerebros del mundo y cuando sales al exterior los militares de élite están corriendo por allí. No lo puedes creer y piensas: ¿esto es real? Sí, es real», cuenta Diego Soroa, un arquitecto de Bilbao de 38 años que fue elegido el año pasado.
«Si yo fuese un estudiante, esta sería la universidad en la que querría estudiar», aseguró Larry Page en una de las sesiones, según cuentan los exalumnos. «Principalmente hacemos dos cosas. Uno de nuestros programas busca la próxima generación de líderes, por eso reclutamos 80 estudiantes en todo el mundo, para saber quién impulsará esos países en los próximos 10 o 20 años. Y otro programa, que llamamos ejecutivo, está dedicado a mostrar a los líderes de hoy hacia dónde va el mundo de mañana», afirma Ismail.
«De los 80 estudiantes de la Singularity University yo calculo que un 15% son genios puros», dice Diego Soroa. El plan académico de esta universidad cambia casi cada hora. La idea es tomar el pulso a las tendencias más emergentes e identificar qué tecnologías cambiarán el mundo en los próximos años. «Quizá 20 años, como dice Juan Martínez-Barea, es demasiado, pero sí vamos dos o tres años por delante de la corriente principal. De esta forma, hace tres años ya estábamos avisando de que la impresión 3D sería un bombazo en poco tiempo», explica Ismail.
Pablo de Manuel Triantafilo es ingeniero industrial y abogado y fue el otro alumno seleccionado por la Singularity University el año pasado. «De mis cinco ídolos en inteligencia artificial, cuatro de ellos estaban allí a mi disposición para hablar, consultarles ideas o ayudarme a desarrollarlas, es algo increíble», asegura este joven de menos de 30 años, que ya ha creado cinco empresas tecnológicas que han ganado premios nacionales e internacionales.
El perfil de Pablo es justo lo que persigue Salim Ismail: «Buscamos emprendedores con ideas que puedan cambiar el modo de vida de la gente en menos de 10 años». Y la crisis económica no es un obstáculo para él. «Estamos en uno de los momentos más interesantes de la historia para empezar un negocio», asegura.
Ismail es un buen conocedor del panorama español. Precisamente, la conferencia que ha venido a impartir revelaba la hoja de ruta que debe seguir España para salir de la mala situación económica y superar con éxito los actuales problemas económicos. «El mayor problema que tiene España es la crisis de empleo», afirma. «España debe rápidamente hacer que emprender un negocio sea legalmente muy sencillo». Para el director de la Singularity University, el secreto del éxito de EEUU es que si un negocio falla sea relativamente sencillo cerrarlo. Sin embargo, en España las consecuencias «podrían afectarte durante tu vida entera y es posible que nunca tengas una segunda oportunidad». En EEUU, sólo el 1% de los emprendedores triunfan a la primera. «Así que si sólo tienes un disparo en toda tu vida, es muy difícil acertar», dice.
«Hay dos cosas a mejorar para solucionar el problema del empleo. Una es mejorar el marco legal para el emprendimiento y la segunda es que cambie la visión social del fracaso en un negocio». Pero según Ismail, hay un tercer elemento: se necesita pasión. «Y en España hay pasión a raudales. España tiene un potencial enorme», sentencia.

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