Los policías que intentan localizar el cadáver de Marta del Castillo, asesinada en 2009, quieren que el condenado Miguel Carcaño se someta a una prueba neurológica que medirá su actividad cerebral cuando se le presenten imágenes de posibles emplazamientos en los que podría estar enterrado el cuerpo.
Unos cascos con un sistema para medir ondas cerebrales parecido al que usarán los detectives está a disposición de los visitantes de la exposición interactiva TecnoRevolución. La era de las tecnologías convergentes, que ayer se inauguró en la sede de la Fundación Telefónica de Fuencarral.
«El sensor del casco detecta ocho tipos de ondas cerebrales, que se proyectan en un gráfico. El visitante puede ver cómo éstas varían a medida que escucha distintos tipos de música, habla, se relaja, etc. », explica Javier Hidalgo, comisario de la muestra. «La neurociencia está en un momento de explosión. Es ahora cuando empezamos a saber cómo funciona el cerebro», añade.
La exposición, que permanecerá abierta hasta el 11 de mayo, es la primera que organizan conjuntamente las fundaciones Telefónica yObra Social La Caixa, que el 31 de diciembre echó el cierre a CosmoCaixa, su museo de la ciencia en Alcobendas.
Autómatas 'artistas'
Como si fuera un viaje en el tiempo, TecnoRevolución repasa la evolución de la tecnología: desde las primeras herramientas construidas por nuestros ancestros hace tres millones de años a sofisticados robots que poco a poco van introduciéndose en nuestras vidas. Los visitantes podrán ver de cerca cómo trabajan algunos de estos ingenios tecnológicos, que desde hace años se usan en las cadenas de montaje industriales. También podrán ver como un autómata esboza su retrato en la arena a partir de una fotografía digital. En apenas un minuto, procesa la imagen, la simplifica en trazos simples a través de impulsos eléctricos y los transmite al brazo robótico.
«Creemos que la ciencia se tiene que hacer pensando en cuáles son las necesidades sociales y, además, se tiene que hacer con la sociedad, debatiendo con ella, atendiendo a sus deseos y expectativas», afirma el físico Ignasi López Verdeguer, subdirector de Ciencia y Medio Ambiente de la Fundación La Caixa.
Tecnologías convergentes
Según detalla, la muestra da a conocer los avances de las llamadas tecnologías convergentes: la nanotecnología (que manipula la materia a nivel del átomo), la biotecnología (que manipula células para producir alimentos o medicamentos), las ciencias cognitivas (que tratan de comprender cómo funciona el cerebro) y las tecnologías de la información y las comunicaciones.
Hasta hace no mucho, cada una de ellas se desarrollaba en campos aislados pero la interacción entre estas disciplinas está permitiendo el desarrollo de la medicina personalizada, alimentos y todo tipo de productos de consumo, desde bolsas de basura biodegradables a prendas de vestir o productos de limpieza, muchas de estas innovaciones ya han salido del laboratorio.
El viaje comienza con las primeras herramientas, que no fueron exclusivas de nuestros antepasados sino que también fueron desarrolladas por especies animales: «Orangutanes, gorilas, pájaros o delfines las usan», recuerda Hidalgo. En esta sala se exhibe también una polea simple, como la que Arquímedes utilizaba en la Antigua Grecia, o una maqueta de la primera máquina de vapor española (la Mataró). Corría el año 1848 cuando se construyó la primera línea de ferrocarril de la Península.
Arte y Tecnología
Pero la tecnonología no sólo converge con diversas áreas de la ciencia. También es compatible con el arte, como señaló Elena Valderrábano, directora general de la Fundación Telefónica. Y en esta exposición hay varios ejemplos, como la instalación de Óscar Latorre que da la bienvenida: un sistema de tubos metálicos con ojos robóticos que detectan y siguen los rostros de los visitantes. O los coloridos frascos alineados que contienen una solución de nanopartículas de oro. La diferencia de tamaño de las nanopartículas que hay en cada frasco es la responsable de que tengan colores distintos a pesar de que se trata del mismo material. Para aprender más sobre qué es la nanotecnología hay diversas propuestas, como averiguar cuánto mide uno en nanómetros (anticipamos que la cifra tiene diez dígitos).
La música tiene su propio rincón. Un instrumento electrónico llamado Reactable desarrollado en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona permite que varias personas compongan piezas simultáneamente colocando y girando cubos sobre un tablero.
¿Se encuentra nervioso o diría que está relajado? Hay que ponerse una cinta en la cabeza, apretar un botón, relajar la mente, e intentar trasladar una bola que circula por un tubo de vidrio hacia su adversario. El más relajado será el ganador, pues las frecuencias cerebrales que recoge el sensor corresponden a los estados de relajación muscular y pensamiento en blanco (ondas Alpha) y de meditación profunda y gran calma (ondas Theta). Por otro lado, el tiro con arco virtual le permitirá medir su capacidad de concentración.Podrá comprobar el poder de la mente compitiendo en otras dos instalaciones.
La vertiginosa evolución de los ordenadores puede comprobarse en otra sección y en nuestros bolsillos. Y es que, como recuerda Hidalgo, «cualquiera de los teléfonos móviles que llevamos ahora es mucho más potente que el ordenador con el que se viajó a la Luna»
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