domingo, 2 de febrero de 2014

La Península Ibérica, líder mundial en el material del futuro

Es ligero y maleable, aislante, ignífugo e impermeable; es de origen renovable y apto para reciclar una y otra vez; se emplea en todo tipo de condiciones y usos, desde la industria alimentaria a la construcción o la tecnología aeroespacial; su producción no genera residuos y beneficia al medio ambiente. Este revolucionario material multiusos no es otro que... el corcho.
La corteza del alcornoque (Quercus suber) un recurso utilizado desde hace milenios en el Mediterráneo está lejos de pasar de moda ante las innovaciones modernas y se está revelando como unmaterial pujante y con nuevos usos aún por explotar.
Para poner al día las potencialidades del ecosistema del alcornocal y analizar las perspectivas socioeconómicas que se plantean a esta industria, la Fundación Biodiversidad, del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, acaba de organizar en Madrid la Conferencia Internacional Alcornocales y sector del corcho. A ella han acudido más de 300 participantes, entre representantes gubernamentales, científicos, asociaciones empresariales, sindicatos y cooperativas,
El evento estuvo presidido por el ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete y la ministra de Agricultura y Mar de Portugal, Assunçao Cristas. No en vano, los dos países ibéricos dominan la producción mundial. De las 340.000 toneladas extraídas de los bosques, Portugal produce un 61% y España un 30%.
Hay que tener en cuenta que el alcornoque es un árbol que sólo crece en el Mediterráneo occidental. Este pariente de la encina es un árbol mucho menos frugal que ésta y que requiere condiciones de clima y suelo más exigentes.
El alcornoque demanda temperaturas más templadas tanto en invierno como en verano, mayor humedad y sustratos específicos para poder crecer. De este modo, sólo prospera en siete países mediterráneos: Portugal, España, Francia, Italia, Marruecos, Argelia y Túnez, que suman más de dos millones de hectáreas.
En España, concretamente, son Andalucía, Extremadura y Cataluña las regiones que monopolizan el paisaje de alcornocalesPuesto que más de la mitad de la superficie de alcornocal que existe en el mundo se encuentra en la Península Ibérica y España es el segundo productor mundial de corcho, la importancia de mantener y apostar por él se hace evidente para ambos países. Y en la estrategia hay que tener en cuenta que el recurso se obtiene gracias a la sabia explotación del bosque, que ha sabido mantener durante siglos un equilibro entre producción y conservación.
Así lo señaló el ministro Arias Cañete durante su intervención, al afirmar que "el corcho y el alcornoque han ocupado un lugar clave en la evolución del bosque mediterráneo y deben seguir ocupándolo". Los alcornocales son uno de los hábitats más ricos en especies del Mediterráneo y tienen una localización estratégica para frenar la desertización, puesto que mejoran la captación de agua y son resistentes a los incendios. Albergan una gran biodiversidad, con especies de alto valor protegidas por las directivas europeas como el águila imperial ibérica, o el lince ibérico.
Esa biodiversidad, además, sobrevive en contacto con la actividad diaria del hombre, pues está vinculada a las actividades tradicionales de extracción del corcho y al aprovechamiento agroforestal de las dehesas.
En España y Portugal hay unas 300 empresas directamente vinculadas al corcho, que generan unos 3.500 empleos directos. En este ámbito, destaca la industria taponera, cuya fabricación supone el 85% del volumen de negocio del sector corchero en España y en el mundo.
Además, numerosas iniciativas innovadoras y proyectos piloto están encontrando nuevas salidas económicas al material. Y todo ello sin tener en cuenta el movimiento económico y laboral que generan otros usos del alcornocal, como el ganadero, el agrícola y el de recreo.

Amenazas sobre el alcornoque

Sin embargo, este ecosistema productivo no está exento de amenazas. Las destacaba el propio ministro Arias Cañete al indicar que el abandono rural, la ausencia de gestión o la conversión para otros usos fundamentales ponen en riesgo este paisajes. "Estos hechos, unidos a los efectos del cambio climático, afectan negativamente a la salud de los alcornocales y aumentan su vulnerabilidad frente a enfermedades y plagas, como el fenómeno de la seca" indicó el responsable ministerial.
Por ello, la opción apuntada por los expertos durante la Conferencia Internacional es apostar por la excelencia y la innovación. Según Arias Cañete, el sector "debe ser permeable a los cambios para adaptarse a los nuevos tiempos, generando riqueza y empleo en las zonas rurales".
Por ello, una de las ideas apuntadas por el ministro fue subrayar la importancia de promocionar el sector corchero mediante la adopción de una marca que ponga en valor sus calidades como material y también los beneficios ambientales que produce su generación y uso.
Se trataría con ello de promocionar el sector corchero mediante la adopción de un sello que garantice un mayor conocimiento internacional del producto y del ecosistema que le da soporte. Y, al mismo tiempo, poner en marcha medidas de gestión del terreno que permitan que el bosque resista a las presiones ambientales y de explotación que ahora mismo lo están deteriorando.
El humilde y maravilloso corcho, un producto esencialmente ibérico, puede ser el material del futuro si sabemos cuidar el bosque que lo produce.

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