jueves, 26 de diciembre de 2013

El aborto en dos hemisferios

El acceso a la interrupción voluntaria del embarazo también es un ecuador que divide el planeta. Más del 60% de la población mundial vive en países donde el aborto se permite bajo supuestos amplios —se incluyen las razones sociales o económicas, por ejemplo— o donde es un derecho de la mujer durante las primeras semanas de gestación. Europa, Estados Unidos... es decir, la mayoría de los países desarrollados situados en el hemisferio Norte —salvo excepciones, como Australia— se guían por este modelo. En el otro lado del panorama global, y del ecuador —porque son Estados que se concentran en el hemisferio Sur—, cerca del 40% de la población mundial vive en países con marcos normativos restrictivos, donde el aborto se prohíbe o se permite en supuestos restrictivos, como para salvar la vida de la mujer. Es el caso de la mayor parte de África, América Latina, Oriente Próximo o Asia meridional, según el informe sobre el acceso a esta prestación sanitaria elaborado por la ONU en 2013.

España, con la nueva Ley Orgánica de Protección de la Vida del Concebido y de los Derechos de la Mujer Embarazada, se trasladará de la lista de países en los que el aborto es un derecho de la mujer para situarse junto a los que solo permiten esta intervención por razones médicas, junto a Estados como Bolivia, Malasia, Polonia o Israel. La ley presentada por el ministro de Justicia Alberto Ruiz-Gallardón —que debe pasar por los trámites parlamentarios— permite el aborto solo en caso de violación o riesgo grave para la salud física o psicológica de la mujer (hasta la 22 semanas de gestación), riesgo que incluye también el perjuicio para su salud mental tras el diagnóstico de una patología fetal incompatible con la vida.

A nivel mundial, y con algunas excepciones, los Estados han ido liberalizando sus marcos normativos sobre acceso al aborto desde mediados del siglo XX. España involuciona, apunta Viviana Waisman, presidenta de la organización internacional Women's Link Worlwide, que trabaja en temas de derechos humanos y justicia con perspectiva de género. “La nueva ley sitúa a España a la cola de Europa, junto con los países con peores leyes de acceso. Pero es que el modelo elegido por Gallardón es incluso más restrictivo que el que se sigue en muchos países de Latinoamérica, porque exige que el riesgo para la salud de la mujer sea grave; algo que no se especifica, por ejemplo, en Colombia”, sostiene. “Además, el procedimiento burocrático elegido puede hacer que el acceso real sea muy complicado”, sigue.http://sociedad.elpais.com/sociedad/2013/12/25/actualidad/1387992349_877743.html

No hay comentarios:

Publicar un comentario