jueves, 26 de diciembre de 2013

Descubierta una gran bolsa de agua líquida en el hielo de Groenlandia

Bajo la capa helada, en el suroeste de Groenlandia, hay una gigantesca bolsa de más de 140.000 gigatoneladas de agua dulce que se mantiene en estado líquido, a unos cero grados, cuando los termómetros a la intemperie han caído hasta los 20 bajo cero. Tiene una extensión de unos 70.000 kilómetros cuadrados (casi el tamaño de Castilla-La Mancha) y los científicos que la han descubierto explican que se alimenta del agua de la nieve fundida que se filtra por el hielo durante el verano.

 “En lugar de acumularse agua en el espacio entre las partículas de roca del subsuelo, como en los acuíferos subterráneos, en este caso se acumula entre partículas de hielo, como un granizado, y lo sorprendente es que no se congela nunca, incluso durante el oscuro invierno de Groenlandia, porque las grandes cantidades de nieve que caen en la superficie inmediatamente aíslan la bolsa de agua líquida de las temperaturas bajo cero del aire”, explica Rick Foster, científico de la Universidad de Utah y líder de esta investigación que se presenta en la revista Nature Geoscience.


El primer indicio del sorprendente hallazgo surgió con unas perforaciones realizadas en la zona: un par de muestras de hielo que tomaron los investigadores salieron a la superficie chorreando agua. Fue en 2011, y el equipo tuvo que interrumpir el muestreo al no tener maquinaria adecuada para perforar en un medio con agua líquida.

Los científicos se volcaron en los datos de radar obtenidos tanto desde el aire con los aviones del programa Operation IceBridge, de la NASA, como rastreando la misma superficie helada con motos de nieve. Así pudieron delimitar la bolsa subglacial.

Regresaron a la zona en la primavera de 2013 con equipos de perforación adecuados y pudieron extraer cilindros de hielo (nieve compactada antigua) e introducir sensores de temperatura por los agujeros hasta el agua líquida, que resultó estar a cero grados. El acuífero está a unos doce metros de profundidad desde la superficie y llega hasta los 37 metros en el fondo.

Si las 140.000 gigatoneladas métricas de agua acumulas descargaran de repente en el océano, el nivel de este aumentaría 0,4 milímetros, señala la NASA en un comunicado.

El descubrimiento permite ahora conocer más profundamente la estructura y los mecanismos de los glaciales de Groenlandia y mejorar los modelos de proyección de su evolución e impacto en el océano. Foster explica que, al parecer, el acuífero no es un fenómeno reciente, que lleva ahí bastante tiempo.

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